viernes, 15 de octubre de 2010

Adentro


De vos solo conozco lo que veo, lo que me mostrás. Adentro tuyo guardás una gran cantidad de cosas, pensamientos, potencialidades que en su mayoría, no llegan a mi, y quedan sumergidas en tu mente hasta perderse en tu inconciente. Van a seguir influenciando tu vida, pero nadie más que vos las va a conocer.
Solamente manifestás, aquellas que son aprobadas por tu conciencia, que no tienen impregnado un valor moral negativo, y que además muestran un "Yo" socialmente deseable para los demás.

Exceptuando tus impulsos, todo lo que hacés, es una adaptación de lo que en un principio pensaste.
Pensando no estás haciendo, si no que construyendo una potencialidad, que luego podés llevarla a cabo o no. La materialización es lo que la vuelve visible para los demás y de alguna forma inmortaliza tu idea.

Como somos seres cambiantes, nos arrepentimos de una gran cantidad de acciones que hacemos. Quizás este miedo sea la causa por la que reprimimos tantas cosas y terminemos viviendo gran parte de nuestra vida teóricamente.

¿Será acaso que la vergüenza es una barrera que el mundo interior le pone a nuestras ganas de hacer ciertas cosas?. Un impedimento que se le opone a la idea en su busqueda de concretizarse.


La vergüenza es el miedo que tenemos de quedar deshonrados, nos elimina una gran parte de lo que podríamos llegar a ser.

Vos sos dos individuos: tu "Yo" visto por los demás, y tu "Yo" visto por vos.
Además cada uno de los demás, va a tener una imagen distinta de vos, y todos seran reales.
Cuando sentís vergüenza, sentís miedo por tu presencia en los corazones de otros.

¿Sos lo que soñás?
Cuánto más se parezcan el yo visto por uno y el yo visto por los demás, más expresivo serás.
También podriamos decir que más común serás, y que compartís más códigos con la mayoría de la gente.
Cuando uno te entiende sin necesidad de hacer uso de palabras, te sentís cómodo, transparente, desnudo.

¿Está bueno ser lo que soñas?
Somos seres insatisfechos por naturaleza. La fantasía o imaginación muchas veces es más grande que la vivencia misma. Histéricos porque rara vez vivimos el momento tan intensamente como lo imaginamos.
La vida es un sueño, está en vos que sea lúcido o no.
Si tus sueños se convierten en tu vida, no son más sueños.
Lo real pierde mística frente a la imaginación, tal como la TV pierde frente a los libros.
La ilusión es el alimento que mantiene siempre encendido al deseo y la esperanza.

Hay que vivir, soñar y tratar de vivir soñando.