miércoles, 18 de agosto de 2010

Intensa Sensación

Cierro los ojos, veo negro, aparecen unos colores y me veo a mi. 
Descubro mi interior, sin distracciones que desvíen mis ideas.
Si se dice que la vista guía la mayor parte de nuestra atención, podemos inferir que con los ojos cerrados, vamos a poder sumergirnos en el estado de concentración más profundo que nuestro potencial puede dar. 
Imaginamos, besamos, degustamos, memorizamos y meditamos con los ojos cerrados.

Nos acostamos boca arriba con los brazos apoyados en el piso con las manos palma para arriba, respiramos profundo y nos concentramos en cada parte de nuestro cuerpo o en alguna idea que tengamos dando vuelta.
Pasa un rato y bostezamos. ¿Qué significa esto? ¿Nos aburrimos o estamos cansados? 
Prefiero pensar que estamos muy cómodos y que llegamos a relajarnos completamente.
Poco a poco empezamos a perder nuestro foco y es muy probable que nos quedemos dormidos.
Entonces ... 

¿Por qué el margen de diferencia entre la concentración y la desconcentración es tan estrecho? 
¿Será que acaso abrimos los ojos para poder distraernos, porque tenemos un tiempo limitado de concentración?

Soñamos con los ojos cerrados ...

Los sueños que son las manifestaciones del inconciente, aunque sean lo contrario a la concentración, son más vos, que otros estados, porque todo sale de adentro tuyo.

Entonces, ¿Mi YO, es más YO cuando estoy inconciente, o por el contrario, cuando alcanzo el máximo estado de conciencia, estando concentrado?

Cuando no encuentro una solución a algo como esto, lo justifico diciendo que todo concepto existente tiene su dualidad.
Lo único que puedo afirmar, es que con los ojos cerrados, puedo conocerme mejor que a través de un espejo.

1 comentario: